Cuando alguien revela un suceso, comenta un hecho, explica un sueño o pasa un chisme está contando un cuento. Así nos disponemos frente a una doble presencia: la del cuento, y la del narrador. Si el evento es único nos enmarcamos en el dejo de la anécdota. Si las narraciones se suceden una a otra, con variación, pero tensando un mismo tono, entonces estamos en un recital.
En este momento el narrador está por comenzar, compre el libro, abra la primera página, pida silencio y escuche.