Letras infames – Gonzalo Grela
Pre data: Estos libros, de Bolaños y Cercas se pueden, tal vez propongo, leer en serie o para construir una serie: ya no la literatura de los vencedores, ya no la de los vencidos, ya no la de los pensadores, sin importar sus inclinaciones. La literatura lisa y llana de los fachos. Sin vueltas, los fachos también escriben poemas, que no estaría mal como título para el ensayo y, quién sabe, como tesis.
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Anotaciones en un cuaderno
Con cierto realismo oscuro se narra una historia que llega al grotesco y la incomodidad mientras uno sigue los pasos de un militar pinochetista que escribe poemas en el aire. No es esto último una metáfora, lo de “poemas en el aire”, sino que en la inestable hoja de los cielos, la nubes y el vapor, un poeta aviador imprime allí sus composiciones. Acaso el más grande artilugio de auto publicación. Una especie de fórmula invertida de aquella primera publicación con la Borges se da a conocer, costeándola él mismo y, según el mito de origen, en la cual iba dejando tímidamente ejemplares en los sacos colgados de amigos y editores. En Estrella distante de Bolaño el poeta deja sus versos en la biblioteca de más largo alcance, el cielo.
Si bien no es una ficción arrebatadora, es decir no hay una trama urdida que a uno lo enrede hay un tono narrativo muy peculiar. Una extraña y perturbadora forma de narrar sin contarlo todo, dejando oscuros espacios indeterminados. La intensidad de la obra tiene un balance preciso. Un inicio y final contundentes unidos por un hilo delgado y tenso. La escritura es mesurada, medida, casi calculada, sin escollos ni sobrantes.
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Anotaciones en otro cuaderno
Con un espacio cercano al del relato policial se va tras los pasos (o vuelos) de un escritor (poeta) que nos incomoda con su pertenencia a la fuerza aérea de Pinochet, el dictador chileno. En una clave similar Javier Cercas en Soldados de Salamina va tras los pasos de un poeta falangista, es decir seguidor de Franco, el dictador español. No por nada la novela de Cercas que es posterior a la de Bolaño lo tiene a este, en cierto momento, como personaje.
Ambos protagonistas, el de Cercas y el de Bolaño son infames escritores. Ubicados en la incorrección, no ya social o moral, son parte del lado oscuro de la Historia, así con hache mayúscula.
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Un fragmento subrayado en el libro
«La revolución pendiente de la literatura venía a decir Defoe, será de alguna manera su abolición ─escribe Bolaño─. Cuando la Poesía la hagan los no-poetas y la lean los no-lectores.» En el margen del subrayado escribí “Internet”.
Esa idea rescatada por Bolaño satírica, paradójica, hecha allá por 1996, acaso es una definición apresurada y precisa de lo que es Internet: poesía hecha por no-poetas para lectores que no leen. No es que esta poesía vaya ser obligatoriamente peor, o mala, para decirlo en esa categoría ética con la que se suele considerar la escritura. Hay que salir de ese espacio moral con el que se juzga el arte. La moral nada puede decir de una obra: podrá decir del autor, de las condiciones de creación, de las tramas interpersonales; pero nada de la obra. No son tampoco éstas las tesis de Bolaño o Cercas, pero bien podrían haberlo sido.
Una poesía hecha por no-poetas es la asunción de un riesgo, hay ahí un gesto poético, casi de vanguardia. Hay una especie de ruptura que se ejerce contra la tradición de quiénes son los que pueden crear, y mejor aún, quiénes son los que pueden crear con la palabra. ¿A caso no somos todos creadores de la palabra?. Y toda ruptura es contra la tradición, en este caso contra la más sagrada de todas las tradiciones literarias: la lectura. Está claro que una poesía hecha por no-poetas exige ser un no-lector.
Una persona que nunca levantó el capot de un auto se dispone a ser mecánico de un taller, una que jamás hirvió un huevo decide ser chef en un restorán, una que nunca mezcló cemento con agua y arena se propone levantar paredes. Todo salto al vacío (como la vanguardia) es la posibilidad de que nos salgan alas y volar hacia las verdades eternas o hacernos mierda contra el suelo.
*Estrella distante se publicó en 1996 por Roberto Bolaño (1953-2003)
*Soldados de Salamina se publicó en 2001 por Javier Cercas (1962). Fue llevada al cine en 2003.
Gonzalo Grela
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